martes, 11 de enero de 2011

PARA TI JOVEN: Los defectos del prójimo

No hay nadie sin defectos. Un proverbio latino dice: "El que desee un caballo sin defecto que marche a pie." Y uno de nuestros más hermosos refranes asegura que "hombres sin pro no hay 2: hubo uno y era Dios". Efectivamente, si excluimos a Cristo, todo hombre o mujer tiene una buena montañita de defectos. Los vera o no los vera. Los percibiran quienes le rodean o no caeran en ellos. Pero, desde luego, con toda certeza, todo ser humano tiene sus motas en los ojos.Por eso cuando yo digo que hay que aceptar a la gente como la gente es, no estoy diciendo que uno debe aceptar sus defectos como inevitables y contentarse con el "yo soy asi". Todo humano tiene que empezar por ser muy lúcido consigo mismo, atreverse con el espejo y reconocerse tal cual es.
Pero el hombre debe ser tan humilde como sensato. Y reconocer que los más probable es que el logre recortar, quitar algunas aristas a sus defectos, pero dificilmente lograra arrancarlos totalmente de su alma. De ahí que la lucha por mejorar debe ir siempre acompañada de una aceptacion de si mismo.
Mas, desgraciadamente, entre los hombres los suele suceder que muchas vidas de relacion tienen 3 etapas: una primera en la que esos defectos del otro; una segunda en la que esos defectos del otro; una segunda en la que esos defectos comienzan a parecer y nos preguntamos si no nos habremos equivocado en la eleccion de nuestra pareja, y una tercera en la que ya "solo se ven los defectos"
Logicamente, por este camino se va mucho mas derecho hacia la felicidad, porque todo hombre, al sentirse comprendido en sus fallos y valorando en sus virtudes, tiene mucha mas capacidad para superarse. Desia Bossuet que "el defecto que mas impide a los hombres a la hora de progresar es el no darse cuenta de lo que son capaces". Por eso si conseguimos demostrarle a alguien que tiene mas alla de la que el sospecha, habremos logrado muchisimo mas que si le empujamos a ver unicamente sus errores. Los libaneses tienen un dicho que asegura que "si el camello pudiera ver sus jorobas caeria al suelo de vergüenza".
Y que, en lugar de dedicarse a acandenar a esos acusados, mejor han esforzandose por ayudarles amistosamente a luchar contra esos fallos. Porque si quiere ver defectos, ya pueden empezar a irse al desierto. (DE RAZONES DESDE LA OTRA ORILLA).

REFLEXION:
La mayoría de la gente solo se fija en los defectos de los demás pero hay que darse cuenta que uno mismo tiene defectos que nadie es perfecto y no hay que juzgar a los demás por las apariencias porque así como tienen defectos tienen virtudes y es en eso q nos debemos fijar.
Tampoco hay que dejarse llevar por lo que los demás piensen de uno, la mejor manera de hacer que los demás no noten tus defectos es superándolos y aceptarnos tal y como somos.

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